4 nov 2009

Dejémonos escribir

¿Cómo es el comienzo, como comienzo y origen, de un dibujo? ¿Cómo comienza la escritura? ¿podemos salir de estos círculos trazados por nosotros mismos? mi mano derecha escribe sólo cuando la izquierda no sabe que lo hace, no como si fueran ambi-diestras y se prestaran el lápiz y compartieran el mismo soporte. Cómo abandonar (mi) mano para que escriba de forma anónima, sin mí, sin mi, a un ritmo entre escritura-ausencia-lenguaje, haciendo un pozo en un hueco.
Sabiendo de ante-mano que "los manicomios reciben los restos del Logos", pero que también esperan la locura, el suicidio, la mística, el Eros, la muerte, la poesía y el silencio. Así el afuera va rodeando y acechando al Logos, lo presiona y lo empuja haciéndolo tambalear hasta que pierde su equilibrio, para caer de su gruesa cuerda tensada de hermenéutica hacia su propio vacío.
En lo no-dicho descansa la Hermenéutica como tarea, como empresa,como espera, lúcida, paciente: como esperanza.
En lo no-decible se abre la ausencia de todo posible decir, se muestra el afuera como el límite que se deja transgredir en una experiencia hecha de vacíos, de uno sobre el otro, de un palimpsesto de pequeñas nadas, de tachas sin-hacer, in-encerrables en un sentido.
Lo no-decible es (im)posible y es ahí mismo donde se abre como (im)posibilidad, como presencia de un afuera que está vacío de ante-mano, como inexistencia de su ausencia, como desaparición.
Si no puedo no-decir (algo) de mí, inevitablemente (me) deslizo y resbalando caigo de nuevo en "Dios": "La 'Razón' en el lenguaje: ¡Oh, que vieja hembra engañadora! Temo que no vamos a desembarazarnos de Dios porque continuamos creyendo en la gramática..." (Nietzsche)

Hay,
debe haber
una escritura ahí afuera


dejémos escribir, entonces...

1 comentario:

hache dijo...

Jajaja... ¡qué cabrón ese Nietzsche! Pero sí... dejémonos caer en esta tentación, harto santa por cierto ("un santo decir sí", ¿no?). Un fuerte abrazo, de un no-decible significado.